mío! ¡Qué horror! ¡No puede ser! ¡Quién lo hubiera dicho! bueno, el Soldado Desconocido se llama, es decir, pudiera llamarse, por ejemplo, Samba Konté, Moriba Sidibem o Seku Kamasoko, pues, como el regocijado visitantedelmorabitoseapresuraacomprobar de visu, es, maravillosamente conservado por cierto, con dentadura y todo, un robusto negro. Pánico, confusión, gritería. Escombatientes y turistas sollozan y los milicianos de