UN PERSONAJE SOSPECHOSO El autor de la tropelía -empleemos dicha palabra neutra para evitar otras más crudas-- estaba en su estudio del séptimo piso del inmueble contiguo al cine limándose tranquilamente las uñas. Su habitación, es verdad, da a un patio interior, y desde la ventanasedivisaúnicamenteunaperspectivadetejados abuhardillados, chimeneas y antenas de televisión, la cúpula verdebiliosa de la Opera y, esfuminadas de ordinario por el neblumo o semiocultas en las nubes, las siluetas