en la partida! Lo mismo que nos dejaron tirados a los partisanos en cuanto nos cargamos a los alemanes. ¡Volvieron a mangonear los barones y sus caciques, mandando desde Roma como siempre...! » Sigue adelante bajo los árboles de otra avenida yvuelveadetenersealdivisaralfondolasimponentes murallas rojizas que la cierran. «¡Vaya torre! ¡Buena fortaleza, con sus aspilleras de tirador! Resistiendo como nuestros castillos; ésta no pudieron cargár ni