grande para los que quedamos... Insistía en informar, dar cuenta; afirmaba con objetividad, pero a Julián le pareció advertir por primera vez en la noche una vacilación levísima, una ligera duda en las últimas palabras pronunciadas. «Es mucho más quemiedo--pensóJulián;yregresóalasensación que le había impulsado a aceptar otra taza de café, a prolongar un rato la charla deshilvanada, la sucesión de frases arrojadas al azar, flotando caprichosamente por el ámbito