Texto contextualizado: |
del monje. Pero estas aclaraciones, aunque certeras, no despejan la incógnita principal, salvo que aceptemos que alguien emprendió una obra de tal envergadura con el único fin de sembrar la confusión en el alma de un beato. --Legal --dijo la Emilia. --Pues sigamos --dije yo. Seguimos por el nuevo corredor acompañados de un cortejo de murciélagos y ratas que aprovechando la salida por nosotros practicada habían decidido emigrar de su elemento natural. Caminando siempre hacia arriba desembocamos |
LAB:246.21 |