al gato con una mano y con la otra acarició el cabello de su madre lenta, sensualmente. Cuando la música cesó, Julián se levantó para quitar el disco y la madre volvió al sofá, al mismo lugar que había ocupadoalentrarenelsalón.Conelsilencioregresó su serena compostura. Bella y lánguida y gentil se dirigió a David: --Ven cuando quieras --le dijo--. Ésta es la casa de Julián y de los amigos de Julián