los trapos; al suelo!... ¡Vengan los cuerpos, la piel para mis manos!... Y ahora, en cambio, aquí con la boca abierta delante de estas ropas... » Abajo, el cajón. Al abrirlo ahora por primera vez,laintimidadreveladaleconmuevecomoundesnudo. No es la mera sugerencia de las medias o la lencería, sino esa entrega más honda que son los recuerdos. Aun ignorando el mensaje real de ese sobre con