sabrás algún día lo que es «enterrar »... Alégrate, tu abuelo ha sido más fuerte. Aquí estoy, ¡ vivo y bien vivo! El niño, antes de caer nuevamente en el sueño, echa un bracito en torno al flaco cuello. La suavidad delamanitaconmuevealviejo: -¡No te asustes, niño mío! ¿Qué crees, que me marcho dejandote aquí? ¿ Cómo se te ocurre semejante cosa? ¡Me enfado! ¿Cómo voy a dejarte?