bromistas. Ellas unen entonces sus carcajadas a las del catarroso, que guiña aparatosamente un ojo hacia los recién llegados. Al fondo del salón se corta la Matinatta y un golpe seco de la tapa del piano al cerrarse proclama la indignación de los dos artistas interrumpidos. Ladirectoraacudeaapaciguarlesy,enelsofá,larisa del trío se interrumpe también de golpe cuando el catarroso deja caer ambas manos sobre los muslos femeninos inmediatos a él. Súbitamente dignas y envaradas,