propios. ¡De dos mil liras cada uno, pero con buenos cuernos y hermosas orejas!... Lo que pasa -explota- es que la Andrea no juega limpio. Ha colgado del árbol unas bombillitas de colores que se encienden yseapagansolas.Claro,elchiquilloacude como alondra al espejuelo. ¿ Y sabe usted lo peor ? Que después de engatusar así al chiquillo ella se vuelve a sus papeles y ni caso. ¡No lo hace por darle gusto