encontrado. En suma, la historia de nuestras relaciones es la de un mutuo y pertinaz engaño, generalmente --aunque no siempre-- involuntario. Las diferencias entre México y Estados Unidos no son, claro está, proyecciones imaginarias sino realidades objetivas. Unas son de carácter cuantitativo y pueden explicarseporeldesarrollosocial,económicoehistórico de los dos países. Otras, las más permanentes, aunque también son el resultado de la historia, no son fácilmente definibles ni mensurables. Ya señalé que pertenecen
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EXPLICARII - Entender. Llegar a un conocimiento a través de sus causas