último retoño de la prole, se saca un ratoncillo blanco del bolsillo, lo deja corretear por la manga del impermeable, finge acunarlo con arrumacos y mimos, se traslada al bordillo del parque de arena y exhibe su mascota con aire seráfico. Laschiquitasdeloscolumpiosytoboganesacuden inmediatamente dando gritos, se apiñan a su alrededor, quieren acariciar al animalillo, le rozan el lomo, le tiran de la punta del rabo. El método es infalible y nuestro héroe