se la cabeza contra las rocas y ofrecerse él mismo como alimento. Parece, no obstante, comprobado que nunca ha sobrevivido ninguna camada que haya consumido ese tipo de carne, considerada mortalmente venenosa.» El final de Let it be se conjuró con el silencio yMiguelanduvoporlahabitación,salióalpasillo, lo recorrió despacio, deteniendose ante cada vitrina, observando cada puerta. En el salón, los muebles tenían una apariencia fantasmal, cubiertos como