de que no se adecuara del todo a nuestros sueños, creo que a nadie le decepcionó el trabajo realizado, queríamos tanto a Glenda que los resultados eran siempre justificables, muchas veces más allá de lo previsto. Incluso hubo pocas alarmas, la carta de un lector delinfaltableTimesasombrandosedequetressecuencias de El fuego de la nieve se dieran en un orden que creía recordar diferente, y también un artículo del crítico de La Opinión que protestaba por un supuesto