yo iba subiendo cuando vi la frágil silueta de Dilia al pie de las rocas violentamente arrancadas de la nada por el haz de los faros, las paredes violáceas que volvían aún más pequeña y abandonada la imagen de Dilia haciendome el gesto de los que piden ayuda después dehaberandadotantoapieconunamochila a la espalda. Si ser camionero es una historia que me he contado muchas veces, no era forzoso encontrar mujeres pidiendome que las levantara como lo