le el pañal sino como si de golpe la agobiara un peso del que tenía que librarse, del que ya estaba librandose cuando se volvió mirandome en los ojos y me dijo sí, es cierto, es idiota y no tiene ninguna importancia peroescierto,meacostéconelcamionero,decíselo a Alfonso si querés, de todas maneras él está convencido a su manera, no lo cree pero está tan seguro. Era así, ni yo diría nada