Texto contextualizado: |
También ahora sentía deseos de gritar para apartarle de aquellos libros que diariamente se interponían entre nosotros. En aquel tiempo él tenía dieciséis años, cuatro más que yo. Pero no era sólo la diferencia de edad lo que entonces nos separaba, sino la nueva vida que él había comenzado, desde hacía dos años, al asistir a un colegio. Yo, en cambio, me había quedado sola, siempre encerrada en casa y recibiendo lecciones de doña Rosaura, la única profesora que tuve de |
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