su inocencia perdida. Explica luego, riendose, que Romano es su amigo. -Estudia medicina, zío. ¡Así curaremos a todo el pueblo entre los dos, hombres y animales! Es comunista, como yo. ¡Mi tía Anunziata no le puede ver! -concluye,riendoaúnmás. -El comunismo son fantasías, muchacha. Mis tierras son mis tierras; ¿cómo van a ser de otro?... Eso sí, tus comunistas lucharon en la guerra con redaños,