te comprendo. --¡Y tanto que hace bien! --salta Ambrosio--. Lo digo yo, que conozco ya a la Hortensia. ¡ Si la vieras, Mauro...! La mujer que necesita un hombre... ¡ Si notecasarastúmedeclarabayo!--concluyeelsolterón de Ambrosio dedicando al viejo su divertida mueca de aquellos tiempos. -No te encampanes: me quiere a mí -se ufana el viejo, que continúa dirigiendose a Zambrini