que además me ha traído a Hortensia... Rusca, por favor, piensa en el niño, todavía me necesita. No tengas demasiada prisa, ¿ me oyes ?... No asustes al médico mañana.» -El señor Roncone, por favor. Lamismaenfermerita.Laconsultaempieza como la otra vez. Por la mañana ha sido también preciso tragarse la papilla, ante los ojos atónitos de Brunettino y sus chillidos reclamando otra taza para él. El viejo va