removieras todas aquellas culebras enloquecidas. ¡Ay, qué gusto me daría oírte! ¡Qué ganas tengo de que me hables! Seguro, tu voz es como la mía: voces compañeras, ¿verdad?... Por eso te digo cosasdehombreynoloscuentosqueinventopara esos profesores. Ellos la guardan en sus máquinas; en cambio tú me oyes como las ardillas desde una rama, con sus ojos como tus botoncitos, sin saber entendernos.
SON:219.21
INVENTAR.2 - Presentar como cierto [algo que no lo es]