preguntó. Esbocé mi mejor sonrisa y coloqué, como a lo tonto, el maletín sobre la mesa. --Quiero triunfar en las tablas --dije. --¿Tiene experiencia? --No, señor, pero soy muy voluntarioso. Me miró con expresión dubitativa. No parecía haberreparadoenelmaletíno,silohabíahecho, lo disimulaba bien. --¿Qué sabe hacer? --Cantar y recitar. --¿Solfeo? --Eso no. --Mira