ese tipo no le pertenece a la señora Maddalena. Esa real hembra pide otra cosa. ¡Menuda stacca!» Y, mira por donde, Milán destapa una vez más su caja de sorpresas, porque cuando el viejo llega al CorsoVenezia,dandolavueltaalMuseo,divisajusto enfrente, esquina a la via Salvini, un coche deteniendose junto a la acera. Primero le llama la atención su color verde metalizado y, al fijarse, también le resulta