hombre así como así!" "¡Más se perdió en Roma y ni quién se acuerde!" Lo curioso es que en muchos tramos había murciélagos carbonizados en la vía y en el balasto como si de veras untrenhubierapasadoyellos,losojones,sehubieranestrellado contra su gran faro. Sin embargo, ninguna estación reportó máquina alguna; nada, ningún sonido en los rieles. Después de unos meses, los despachadores no recibieron entre sus órdenes la