la vida por Timoteo, por Venancio, por Chon, por Baldomero, por el Gringo, por Camilo, por el Babalú pero no por él. Por ellos sí. Alejandro Díaz ha visto cómo reclama indemnizaciones, lucha por los jubilados, se queda hastaavanzadalanochearevisarcontratosdetrabajo, a memorizar cláusulas casi todas a favor de la empresa para rebatirlas en la junta. Sus "cállense cabrones" en la asamblea resultan más eficaces que cualquier alegato, el