, Marievna también buscó mi amistad, pero mis celos son ardientes y no tolero siquiera pensar en ellas, ni en la madre, ni en tu hija. Pienso en nuestro hijo muerto y me invade una gran desesperación. Cuando te pedí otro hijo, aunque te fueras, aunque regresarasaMéxicosinmí,melonegaste.YMarievnatiene una hija tuya y está viva y crece y se parece a ti, aunque tú la llames la "hija del Armisticio". Tú has sido mi amante, mi hijo, mi inspirador, mi Dios, tú eres mi patria;