de 1921 Siento no haber empezado a pintar más joven y ahora que ha pasado el tiempo, cómo añoro aquellos años de Universidad en San Petersburgo cuando opté por el dibujo. Al principio, mi padre iba por mí, todavía recuerdo cómo nuestros pasos resonaban en las calles vacías y regresábamosplaticando(porlascalles)ymepreguntaba por mis progresos, si no me intimidaba el hecho de que hubiera hombres en el curso nocturno de pintura. Después al ver mi seguridad, la gentileza de mis compañeros,