. --¡Deje usted ahora mismo el dinero en paz! --bramó la voz. --Si no hay trato, no hay dinero. --¡Están ustedes en mi poder! --Sí, pero el maletín lo te --Sí,peroelmaletínlotengoyo--repliqué--y aún me queda un montón de cerillas. Hubo un silencio que aproveché para encender otro billete. --¡Espere! --dijo la voz--. Parlamentemos. --Parlamentemos.