encontrado en ninguna parte y me duele porque recuerdo tu emoción ante el Mediterráneo y los movimientos del agua a nuestros pies. Quisiera encontrarlo porque justamente pinté un paisaje de agua y me gustaría recobrar algo de aquella playa. Avanzo lentamente, estoy muy lejos de pintar como el pájarocanta,comolopedíaRenoir.Perosoytupájaro al fin y al cabo y he anidado para siempre entre tus manos. Tu Quiela 2 de febrero de 1922 Por fin una carta