durante todas las etapas que he explicado, incluida la de «salir», la chica pagaba sus entradas del cine, sus vermuts y sus helados. «No os dejéis invitar», aconsejaban los confesores, las madres y las monitoras de laSecciónFemenina.Dejarseinvitar,aunquefueraauncucurucho de castañas, por un muchacho con el que no se habían entablado aún relaciones de noviazgo era cosa de «frescas». El momento de la declaración de amor, que en ningún caso