el maletín y me metí en el cuarto de baño. El rollo de papel higiénico estaba sin estrenar y me llevó un buen rato recortar las cuatrocientas hojas y colocarlas ordenadamente donde antes había estado el dinero. Al final quedé bastante satisfecho del resultado. Noesquenosenotaraelcamelo,claro está, pero mejor era eso que nada. Cerré el maletín, salí del cuarto de baño, comprobé que la habitación estaba más o menos en orden, apagué la luz y me