se creía que con una varita mágica y buena conducta conseguiría en seguida la misma estatura, la misma pinta, la misma salud, la misma seguridad, la misma inteligencia y las mismas oportunidades del imbécil bien comido que le invitaba a su casaapasarlasfiestas.Ysevistiódemamarrachoconlo mejor que tenía, para causar buena impresión a las gentes de bien, pero todo lo que consiguió fue que, una noche, un grupo de tíos de su edad se echara a reír al cruzarse con él