toda la población. --A toda, no. Están los que se escapan a la otra Banda. --Ahí surge la amenaza de un segundo montón de muertos. Inmenso. Por razones terapéuticas, también. --Pero eso --con aparente distracción dijo la chica, mientrassevestía--silesdeclaramoslaguerra. --No va a ser fácil. Entre los viejos decrépitos de la Banda Oriental hay negociadores astutos, que siempre encuentran la manera de ceder algo sin importancia.