, con tu muerte, se ha hecho insalvable y eterna. Capileira, juniojulio de 1981 Bene Anoche soñé contigo, Santiago. Venías a mi lado, paseando lentamente entre aquellos eucaliptos donde tantas veces fuimos a merendar con Bene, ¿recuerdas? También ellaaparecíaenmisueño.Vestíauntrajegrisdelistasy un delantal blanco, su uniforme. Aparecía muy triste, clavando su mirada en el suelo, entre sus pies, con sus manos juntas, como una colegiala. Tú y yo caminábamos lentamente,