ropa y los dos últimos frascos del elixir. Un empleado del hotel, acaso en busca de propina, en un santiamén se encargó de llevarme las valijas. En la recepción me preguntaron: --¿El doctor Abreu también se va? --Sí...alomejor--vacilé. --¿Qué hacemos con el equipaje del doctor? ¿Lo guardamos en la reserve? No sabía qué era eso. Respondí: --Por favor, lo guardan en la reserve