la divina providencia, y no nos andamos con tantas exigencias". También allí el piso era de linóleo, y relumbraban los aluminios, los canceles de vidrio de fondo de botella y las paredes blancas agresivamente brillantes; materiales que oscilaban entre el plástico deleznable y el mosaico quepuedelavarseconmanguera.Unaenfermeragorda, tiesa de almidón y con albo bozal, les dijo que les señalaría al niño tras un ventanal de doble vidrio que exhibía una gran cantidad de peceras rectangulares, donde los niños