que agitaban su alma -antes de que se arrugase y empequeñeciera hasta convertirse en lo que es hoy: una pasa de Málaga-, con el lirismo exaltado del «Potemkin» o «Tempestad sobre Asia»; tomar su línea de metro favorita, Clignancourt-Porte d'Orleans, y trasladarsealbarrioLatino,paraelegirunodelos filmes raros y secretos proyectados en las salas de Arte y Ensayo que tanto excitan a la cofradía de entendidos y a ese público exquisito de locas que