botitas sus últimas liras de reserva. Y aún le han faltado seiscientas, aportadas por Hortensia, que no ha consentido resignarse a otras más baratas. -Ni hablar: para el niño, lo mejor. Y es buena compra,telorepito.Entiendodeeso;trabajéseis años de vendedora en los Almacenes Lombardía, cuando me quedé viuda con mi chiquilla... Anda, anda, ya me las devolverás. Para eso somos amigos. -Pero tardaré.