Este edificio lo permutó posteriormente por una herrería en la calle Tabares. Tras dejar el bar La Nobleza, a principios de los años cincuenta, la herrería fue derribada y se construyó un edificio de tres pisos con bar en el bajo, de nombre LaJerezana,enelquetrabajaban más de quince chicas vendiendo "amor". Tras fracasar el negocio, Dolores Domínguez se encerró en su infecto inmueble y se dedicó exclusivamente a cuidar una docena larga de gatos, sin