aunque tenía en el banco una gran fortuna que se estima en más de doscientos millones de pesetas, se dedicaba últimamente a cuidar una docena de gatos. En los años treinta y en los cincuenta había montado sendas casas de alterne en La Coruña. El hecho de que Dolores Domínguez tuviera un importante capital no era desconocidoparalasprostitutasqueadiariotrabajanenlacallePapagayo."Sabíamosqueteníamuchodinero, porque aquí se sabe todo y todos conocíamos que tenía propiedades, pero no tantas. Nos pudo haber dejado algo a nosotras". Para las chicas de alterne que