hasta que volvimos a reconocernos unos a otros y nos hundimos en el manglar de la parranda. Los recién casados aparecieron poco después en el automóvil descubierto, abriéndose paso a duras penas en el tumulto. Bayardo San Román reventó cohetes, tomóaguardientedelasbotellasqueletendíalamuchedumbre, y se bajó del coche con Angela Vicario para meterse en la rueda de la cumbiamba. Por último ordenó que siguiéramos bailando por cuenta suya hasta donde nos alcanzara la
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TENDERII.1 - Alargar una cosa aproximándola a otra