Texto contextualizado: |
veces durante toda la vida, una estrecha relación con la familia de él, especialmente con la madre y las hermanas. Eran como viudas. Y muchas de ellas iban vestidas de negro o con hábito de la Virgen del Carmen. «Lleva luto por su novio», se susurraba con cierta admiración. No las había dejado el novio. Se lo había quitado Dios. Eso no era quedarse «desairadas». A aquellas señoritas, propiamente hablando, no se las podía llamar solteronas. Se habían convertido en novias eternas. |
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