favor, una emergencia. --Tome usted asiento --dijo la recepcionista enseñandole sus encías moradas. --Es que, señorita... --Todos los que están aquí son casos urgentes. --Venga usted, niña, vamos a sentarnos --dijo Hilaria tímidamente. Mónicalehubierapegado.Eramonstruososentarse,el niño se estaba muriendo. Plantada frente al mostrador, decidió echar raíces. La enfermera señaló molesta: --Está usted estorbando el paso. Hilaria se