ANAIS.- Y tú, ¿de qué te mezclas? ¿Aconsejas que me abandone? ¡Valiente zorra! ZOÉ.- ¿Te sentirías menos zorra viviendo en el pecado, humillada, repudiada por las gentes decentes? Y poresecamino,¿quieresquenotesucedaloqueamí? VILLIER.- .- Pero ¿qué le ha sucedido a ella, me queréis contar? (...) Ahora no entiendo este silencio. Está bien, no me quiero enterar de lo que no me