los narcisos», pensó David. Julián se había sentado en el suelo y acariciaba a un gato que había aparecido sigilosamente. Era negro y lo miraba todo con sus ojos verdes, semientornados y parpadeantes. --Mamá --dijo Julián--, tienes que tocar para David. Ellasonrióylosojosseleiluminaron,comolosdeJulián cuando discutía o recitaba o le explicaba algo que él debería saber. --¿Te gusta la música? --preguntó. --
JOV:149.10
SONREÍR.1 - Reír suavemente, con el gesto pero sin emitir sonidos