| Texto contextualizado: |
amenazadora y bellísima de Bach y a Jano, aquel confuso, desposeído y apasionado representante de la Humanidad, que podía haber prolongado --pero que no prolongó-- su sangre, la historia de su dolor; dolor que no era otro que el altísimo dolor de todo el mundo. Sonaba el violín de Bach desnudo, purísimo, esquivo y ardiente, y Jano hubiera querido oír otras músicas menos inhumanas, menos amenazadoras. Ahora la música no le exaltaba sino que le amenazaba cruelmente. |
CAR:160.25 |