la habitación vacía. Noche cerrada tras el ventano.) DAMA.- Anoche me detuve un momento bajo aquel reverbero. Su débil luz era la misma. Los viejos faroles paran el tiempo... Me paré yo. La calle estaba solitaria ymerecordólosañosenqueaúnsonabaenellala música del cojo. Aquella noche debió de ser el principio de una gran decepción: la invasora sustitución del jardín fantástico por un cielo negro. Anhelante de una reaparición prodigiosa