. Fue un golpe de gracia. "De pronto, cuando mamá empezó a pegarme, empecé a acordarme de él", me dijo. Los puñetazos le dolían menos porque sabía que eran por él. Siguió pensando en él con un ciertoasombrodesímismacuandosollozabatumbada en el sofá del comedor. "No lloraba por los golpes ni por nada de lo que había pasado --me dijo--: lloraba por él." Seguía pensando en él mientras su madre
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SOLLOZAR - Llorar con mucha aflicción, con movimientos convulsivos