veía fingirse ofendida y quejarse ante él o pedirle entristecida su infame apoyo. La veía también elegir las flores más bellas y comérselas con gesto goloso e infantil. Por la noche todo seguía igual, pero Miguel no tardó en detectar el hedor que la abuela despedía, sentadaentresusplantas.Enaquellaocasiónpermaneció poco tiempo observandola, porque ella advirtió muy pronto su presencia y con un guiño enigmático le invitó a ocupar un sitio a su lado. «Ven,
TER:083.20
SENTARI.1 - Colocar(se) apoyado en algún sitio descansando sobre las nalgas