San Román no había intentado siquiera seducirla a ella, sino que hechizó a la familia con sus encantos. Angela Vicario no olvidó nunca el horror de la noche en que sus padres y sus hermanas mayores con sus maridos, reunidos en la saladelacasa,leimpusieronlaobligacióndecasarse con un hombre que apenas había visto. Los gemelos se mantuvieron al margen. "Nos pareció que eran vainas de mujeres", me dijo Pablo Vicario. El argumento